¿Por quien votar?

Ahora que los candidatos a las elecciones generales han sido definidas, para muchos la pregunta que surge es: ¿Por quien votar?

Creo que esta pregunta esta presente en la mente de muchos simpatizantes y miembros de los partidos demócrata y republicano y más aun en la de aquellos que como yo, nos declaramos independientes y no profesamos ninguna lealtad política o ideológica a las dos vacas sagradas de la política Norteamericana.

Como elector independiente, la pobreza en la calidad de los nominados es asombrante, la inexperiencia en cuestiones económicas y las posiciones extremas de ambos candidatos ante asuntos sociales, así como en política exterior es motivo de preocupación. Si a esto se une el echo de que ambos aspirantes a la presidencia no tienen una base electoral fuerte y que en la búsqueda de votos tendrán que hacer concesiones a los sectores más radicales de ambos partidos es otro elemento de alarma.

Con McCain en el poder es posible que el sueño de la extrema derecha en los Estados Unidos de ilegalizar el aborto se volvería realidad con la designación de Jueces conservadores a la corte suprema. El impacto negativo que tendría en la sociedad una corte suprema aun más conservadora es indescriptible. Creo que se estaría abriendo paso la eliminación de la separación entre iglesia y estado y por consiguiente el establecimiento de una sociedad Fundamentalista Cristiana, que se asemejaría más al Taliban que otra cosa.

En mi caso votar por un republicano se hace bien difícil por creer que la presente administración es un paradigma de ineficiencia y engaños. Las mentiras que condujeron a la guerra en Irak, la pobre y costosa ejecución de la misma, sumado al desastre de Katrina son razones más que suficientes para no votar por el partido republicano en estas elecciones.

En el caso de Obama, tal y como he dicho en ocasiones anteriores su inexperiencia lo convierte en un títere. Si se analizan sus discursos y presentación en los debates me recuerda a Bush en sus campañas electorales, donde el mismo nunca se alejaba de la línea establecida por su campaña y evadía cualquier pregunta que lo llevaría a debatir algo a profundidad. Ejemplo de esto fue el famoso debate patrocinado por ABC donde no pudo fundamentar su posición de aumentar las tasas de impuestos a las ganancias de capital.

Su política de impuestos se asemeja a la de los socialistas europeos que buscan por medio de la subida impuestos “a los más ricos” una redistribución de la ganancia en la sociedad. El gran problema es la definición de ricos, los verdaderos afectados por esta medida es la clase media. De acuerdo con su plataforma, Obama subiría los impuesto en el Capital, impuesto que afectaría a todo aquel que tenga un 401K, y subiría el income Tax de todo hogar con ingresos de por encima de $ 250,000 al año. En ciudades como New York no es difícil que una pareja tenga ese nivel de entradas, si se tiene en cuenta que alto nivel de impuestos que se paga en estados como New York y New Jersey (40%), el precio de ser exitoso en este país se volveria extremadamente caro.

Las posiciones de Obama en política exterior no creo que son ingenuas tal y como las presenta McCain, sino un reflejo de la admiración y afinidad ideológica que sectores del partido demócrata tiene con movimientos socialistas. Ejemplo de esto es el viaje del eterno candidato a la Vicepresidencia Bill Richardson a Venezuela hace unos meses y la histórica posición a favor de la revolución cubana profesada por los Congresistas Negros e Hispanos en Washington DC. Y la admiración por las Narco guerrillas de las FARC de muchos sectores afines con el partido demócrata.

Estos son algunos de las posiciones que más me molestan de ambos candidatos a la presidencia y por los que se me hace difícil darle el voto a ninguno de ellos. Y si, soy de los que aspiraban a votar por Hillary por creer que ella era la mejor candidata no solo por su experiencia sino también por sus ideas y que ahora creo que me quedo en casa el día de las elecciones.