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lunes, 19 de abril de 2010

Bahía de Cochinos: 49 Años Después

Escrito del periodista cubano y miembro de la brigada 2506 Luis González-Lalondry.


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Bahia de Cochinos: 49 Años Después
Por Luis González-Lalondry

Hace 49 años, el 17 de abril de 1961, se llevó a cabo el histórico desembarco en Bahía de Cochinos, la invasión militar que pudo haber cambiado el destino de los cubanos y la historia misma de nuestro hemisferio, naturalmente si hubiéramos triunfado. Pero no fue así y hemos tenido que cargar con la derrota, aunque el fracaso de aquella operación fue producto de la Guerra Fría, los errores tácticos de Estados Unidos y su presidente John F. Kennedy y las pretensiones de la Unión Soviética de dominar el mundo mediante la odiosa doctrina del comunismo marxista-leninista, que a tiempo las fuerzas democráticas por cobardía no supieron frenar con coraje y valentía.

Para la historia de los pueblos medio siglo no es mucho tiempo, pero para los hombres y mujeres que participan en la historia misma, biológicamente es una eternidad. Y aquella hermosa gesta que comenzó con los hombres de Giussepa, luego se trasladó a las selvas de Panamá y después a las montañas de Guatemala, el tiempo ha transcurrido vertiginosamente, la vida se ha ido acabando y la dictadura que nos hizo arriesgarlo todo por la libertad de Cuba, sigue ahí, reprimiendo a los cubanos, asesinando a nuestros compatriotas y golpeando a infelices mujeres vestidas de blanco, con la misma crueldad con que lo hacían antes y después del 17 de abril de 1961.

Lo vergonzoso es que ya no se habla del desembarco en Bahía de Cochinos, como no se habla de Carlos Manuel de Céspedes, ni de Martí, ni de Maceo, ni de Máximo Gómez, ni de Ignacio Agramonte, ni de Flor Crombet. Para los cubanos del exilio los temas frívolos son más importantes. Juanes, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Juan Formell y los Van Van, son regularmente el tema obligado en la prensa diaria, en los programas de radio o de la televisión de Miami, la llamada capital del exilio.

Vicente Méndez, Tony Cuesta, Juan Felipe de la Cruz, Luis Aurelio Nazario, Tony Izquierdo, Eusebio Peñalver, Rogelio González Corzo, “Francisco”, Porfirio Ramírez, son nombres de patriotas que no le dicen absolutamente nada a las nuevas generaciones, como no le dice nada la historia patriótica de hombres de la talla de Felipe Rodón, Vicente León, José Millán Velasco, Luis Oria Finalés, Omar Guerra, Osvaldo Piedra, Ovidio Camejo, algunos de los mártires de la histórica batalla en Bahía de Cochinos. No hemos aprendido de los norteamericanos, ni de los ingleses, ni de los franceses, ni de los judíos, que todavía 65 años después de terminada la Segunda Guerra Mundial, viven exaltando la historia del Holocausto y los seis millones asesinados por los nazis.

Es posible que este año, como en los anteriores, muy pocos recuerden venerar la fecha del 17 de abril y la histórica invasión a Bahía de Cochinos, la única vez que Cuba pudo ser libre por el esfuerzo de los propios cubanos, aunque la casona que se levanta en el 1821 SW 9 Calle en esta ciudad, esté llena de recuerdos de la guerra y el Monumento a los Mártires en la Calle Ocho y la 13 Avenida, en el suroeste de esta la capital del exilio, nos indique el camino del deber cumplido.

Como los aliados en Normandía, los ingleses en Monte Cassino, los norteamericanos en Guadalcanal y Filipinas, la Brigada de Asalto 2506 con mil quinientos hombres, hizo historia el 17 de abril de 1961 enfrentándose a un ejército de sesenta mil hombres, con la mejor artillería a su disposición, los pesados tanques Stalin y la aviación castrista intacta, después de los ataques el día 15 de abril a los aeropuertos de Columbia, San Antonio de los Baños y Antonio Maceo en Santiago de Cuba.

La victoria pudo haber sido de los cubanos y del mundo libre, si se hubieran cumplido los planes elaborados por la administración del general Eisenhower, pero para el presidente Kennedy era más importante asegurar su reelección cuatro años después, que consolidar la democracia en Cuba y perdimos aquella batalla, que pudo haber salvado a Cuba y al continente. Pero la historia está ahí y el mundo reconoce que el desembarco de aquel puñado de hombres de la Brigada de Asalto 2506 en Bahía de Cochinos, fue una prueba de valor y patriotismo que no ha podido ser superada en estos 50 años de lucha.

Los veteranos de aquel 17 de abril, que andamos con el pelo cano por las calles de Miami y por los caminos del mundo, arrastrando el dolor de vivir sin patria, 49 años después de aquella gesta libertadora, le rendimos este día homenaje a nuestros muertos, a los que cayeron para siempre, en Playa Girón, Playa Larga, San Blas, Pálpite y Yaguaramas y alzaremos nuestra vista al cielo para rezar un Padre Nuestro por nuestros hermanos de la Brigada de Asalto 2506 y por todos los que han muerto combatiendo por la libertad, para que Cuba se salve y los cubanos seamos definitivamente libres.

Luis González-Lalondry es periodista, escritor y combatiente de Bahía de Cochinos.

sábado, 10 de abril de 2010

Carta abierta de Guillermo Fariñas a Raúl Castro

Carta abierta de Guillermo Fariñas a Raúl Castro

publicado el lunes, abril 05, 2010

Santa Clara, 4 de abril del 2010

A: Raúl Castro Ruz, General de Ejército y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba
Con copia a: Fidel Castro Ruz, Comandante en Jefe y Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba.

General; quisiera mediante el siguiente documento aceptarle el reto, que me envió indirectamente su gobierno a través del artículo que publicó en el periódico Granma, el 8 de marzo del 2010, el periodista a sueldo Alberto Núñez Betancourt y las palabras dichas por Randy Alonso Falcón en la pasada Mesa Redonda del pasado 17 de mayo.

En primer lugar denuncio al aparato de propaganda ideológica de su partido por querer presentar al finado Orlando Zapata Tamayo, como un preso común. Personalmente conocí al asesinado cuando era militante de la Unión de Jóvenes Comunistas y obrero de la construcción en el hotel Parque Central. Allí Zapata Tamayo, recibió la tarea como adepto a su régimen, de refutar lo que se planteaba en las “Peñas Democráticas del Parque Central”.

Tras ver pruebas en los cuerpos de los expresos políticos, como bayonetazos, mordidas de perros y otras formas de tortura, además de leer literatura considerada subversiva, donde se demostraba las falacias que significó lo que es el Castrismo, como por ejemplo, quemas del 90% de los llamados por usted “Bandidos del Escambray”, quienes en realidad eran guerrilleros anti- comunistas, habían sido miembros del Movimiento 26 de Julio o del Ejército Rebelde antes del triunfo de la Revolución Cubana.

Ante la cruda verdad Zapata Tamayo comenzó a colaborar con la disidencia cubana, razón por la cual resultó separado de forma definitiva de la Unión de Jóvenes Comunistas y cesanteado de su trabajo como Albañil- plomero y le fue aplicado el Decreto Ley # 217, que no les permite residir a los orientales en la capital del país. Por tanto si esto ocurrió entre los años 1999 y 2000 son espurios todos los delitos comunes imputados al asesinado.

Con respeto a lo escrito por Alberto Núñez Betancourt sobre mi persona, el 8 de marzo, donde se le da a entender al pueblo de Cuba y a la opinión pública internacional, que en algún momento fui un delincuente común, le llamo con conocimiento de causa a usted y a su régimen embustero, que fui yo quien acusó a la Dra.: Ana Lourdes Goire Wilson, en aquel momento directora del Hospital Infantil “Pedro Borrás” y de toda confianza suya. Puesto que el progenitor de esta fue su subordinado en el II Frente Frank País. Por lo que el aparato de control político ideológico la defendió y me envió a mí a la prisión de “Valle Grande”, en La Habana, bajo investigación cuando ella por corrupta debió ser la condenada.

No solo como el Secretario General de Trabajadores de la Salud de la entidad antes mencionada, sino como ciudadano de mi país tenía todo el derecho a denunciar ante las autoridades policiales los desvíos de donaciones procedentes de la Unión Europea, que hacía esta militante del PCC y lo revendía en el mercado negro.

Ahora podrán decir lo que quieran, pero nunca fui condenado por ese delito de supuestas “lesiones” y si por el de “Convicción Moral de los Jueces”. Todos los trabajadores del Borras presentes en el juicio son testigos que sus familiares fueron los que me agredieron a mí.

En cuanto al otro delito mencionado por la pluma alquilada de su gobierno, que respónde al nombre de Alberto Núñez Betancourt, quiero hacer constar que el primer agredido fui yo, públicamente al desenmascarar al señor Juan Francisco Fernández Gómez, el agente “Félix”, para la Seguridad del Estado, porque le grité ante todo su vecindario, que él era el asesino del adolescente alfabetizador Manuel Ascunse Doménech y su alfabetizado, el campesino Pedro Lantigua, pues él fue entrenado por asesores soviéticos, en la unidad especial del Ministerio del Interior nombrada “El Molino”, ubicada en el km 10 de la Carretera de Sagua, sitio donde se preparaban falsos guerrilleros anti-comunistas para introducirlos en las montañas del Escambray, donde cometieron atrocidades contra la población civil, para que los guerrilleros anti castristas perdieran el apoyo popular.

General, le apunto que de este enfrentamiento yo resulté herido en mi antebrazo izquierdo, cicatriz que todavía ostento y nunca se me permitió hacer una acusación por Lesiones al agente a su servicio.
Es cierto que en legítima defensa le propiné un bastonazo, por el que el tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.

De todas maneras existieron inexactitudes, cuando el periodista a su servicio escribió, que yo fui condenado a 5 años y 10 meses, puesto que el día 3 de marzo del 2003, se me realizaron dos vista orales, la primera ya referida y la segunda porque un mes antes a lo ocurrido por haber expuesto en una reunión del “Poder Popular, el “Proyecto Varela”, donde por cierto fui agredido por seguidores de su sistema político y donde no me defendí.

Le puntualizo que mi última condena fue de 6 años y 10 meses y es una manipulación no haber puesto mi última sentencia o haberla olvidado por un delito de opinión. En el artículo ordenado por usted, como militar que siempre ha sido, se obvia, se esconde, se escamotea a la opinión pública mi trayectoria en el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

Se oculta sospechosamente, que fui, primero como Camilito, después como precadete y miembro de los batallones de Seguridad Personal de Protección a Sedes Diplomáticas, de Protección a la Casa Central de las FAR y pertenecí al Batallón de Custodia a la Embajada del Perú. Y que sobre todo fui también integrante de los Comandos de Demolición y Sabotaje de Tropas Especiales en Angola , subordinados a usted como Ministro de las FAR de aquella época. Parece que su “Ministerio de la Verdad” trabaja en estos días afanosamente tratando de cambiar la historia, como decía George Orwell en su obra “1984”

Por lo tanto debido a mi incursión castrense en ese país africano, sí considero que como adolescente ejercí como mercenario o un agente a sueldo de una potencia extranjera, la extinta Unión Soviética. Con toda la dignidad del mundo, lo desmiento, debido a que para ser mercenario hay que estar dispuesto a morir por una paga, un sueldo, una remuneración y yo estoy presto a fallecer por mis ideas democráticas. No obstante lo invito a que designe usted alguno de sus seguidores, que se declare en huelga de hambre y de sed para defender al sistema político que usted representa, ojalá encuentre alguno.

Señor presidente “de Facto”, la soberbia y la prepotencia que han demostrado su hermano y usted con sus oponentes políticos es realmente proverbial, nadie que disienta de sus ideas, y sus cánones políticos es considerado una persona decente, le reitero las gracias por esa soberbia pues debido a ello me da la oportunidad como miembro del pueblo cubano de a pie y de la oposición pacifista cubana de ser asesinado en pleno Siglo XXI por un estado totalitario como el que usted encabeza, algo que lanzará por tierra el supuesto humanitarismo del sistema por usted dirigido.

Presidente, en sus ataques en contra de la disidencia, tanto sus seguidores dentro como fuera de Cuba, acuden a sobredimensionar el “falso humanismo solidario” de la mal llamada “Revolución Cubana”, cuando envía médicos, paramédicos, maestros y entrenadores deportivos al extranjero.

Yo, denuncio esta ayuda como espuria, puesto que es un mecanismo para desviar la atención respecto a las crueldades, torturas y violaciones de la Declaración Universal de Derechos Humanos que su régimen totalitario comete diariamente contra los ciudadanos cubanos.

Le agradezco por dar las órdenes para que yo muera como un auténtico patriota. Si algo me ha enseñado esta lucha por la Democracia Representativa en mi país, es amar al prójimo, incluidos mis adversarios políticos, cuestión totalmente contraria del odio que me inculcaron cuando era un adolescente a su servicio.

Juro ante Dios, que a pesar del asesinato de Orlando Zapata Tamayo y mi inminente ejecución pública, pues sé que no se pondrá en libertad a los 26 presos políticos y de conciencia enfermos que existen en las cárceles cubanas, mi corazón no alberga ningún tipo de rencor hacia usted o su hermano o cualquiera de sus seguidores. Puesto que la necesidad patológica de poder en los seres humanos, como le ocurre a usted y a su consanguíneo son dignos de lástima.

Mi último pensamiento es para que en el futuro mi Patria, Cuba, tenga una solución pacífica sin derramamientos de sangre, donde usted y sus seguidores posean espacio político y nosotros sus adversarios también lo tengamos, esto es necesario por sobre todas las cosas y así lo hago pensando como patriota cubano que Dios se apiade de su alma y en tiempo venideros bendiga a Cuba para que sea prospera y democrática.



Guillermo Fariñas

¡Ahora o Nunca….!

Justamente estaba escribiendo y recibí este articulo del periodista cubano Luís González-Lalondry. Aca se los dejo.


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Trinchera Digital


¡Ahora o Nunca….!
Por Luis González-Lalondry


Quizás la frase en el título de este artículo suene repetitiva, pero ninguna más grafica y con más fuerza para mostrar la urgencia del momento que vivimos que esta de ¡Ahora o Nunca!, ya que sólo el 17 de abril de 1961, cuando el desembarco en Bahía de Cochinos, se presentó la única oportunidad histórica de acabar con el régimen de Fidel Castro. Para algunos era muy temprano, pues la revolución en el poder contaba con el respaldo del pueblo. Para otros, el gobierno estaba desarmado y era el momento propicio para derrotarlo por medio de las armas. Para la mayoría, fue la única oportunidad para que Cuba no cayera en las garras del comunismo y se convirtiera en la dictadura que todavía padecemos.

Ni siquiera los alzamientos en las lomas del Escambray, con todo su heroísmo, ni la renuncia de Hubert Matos en el Cuartel Agramonte de Camaguey, ni la Crisis de Ocubre y los cohetes rusos, ni el famoso maleconazo el 5de agosto de 1994, ni la masacre del Remolcador 13 de Marzo, ni el derribo de los aviones de Hermanos al Rescate, tuvieron nunca el impacto sicológico y político, que hoy ha tenido la muerte del preso de conciencia Orlando Zapata Tamayo y el sufrimiento de su madre Reina Luisa, los abusos contra las Damas de Blanco, la huelga de hambre de Guillermo Fariñas y los demás presos de conciencia, el trato infrahumano contra los prisioneros en las cárceles de la isla, que han traído como consecuencia el enorme rechazo internacional contra ese régimen tiránico.

Nada se le puede comparar. El mundo entero ha despertado de repente. En los cuatro puntos cardinales del planeta, cientos de organizaciones, millones de seres humanos, gobernantes, presidentes, parlamentarios, líderes de todas las corrientes cívicas y políticas, religiosos de todas las denominaciones, la Unión Europea, España, su gobierno socialista, el Partido Popular y hasta la monarquía, la mayoría de los países del hemisferio, artistas, escritores, congresistas, Blogueros, el secretario general de la ONU, la Comisión de Derechos Humanos de la OEA, los partidos de derecha y de izquierda. En fin, hasta el presidente de los Estados Unidos, se han pronunciado condenando la monstruosidad de ese régimen en Cuba, que golpea a infelices mujeres vestidas de blanco y asesina por control remoto a los presos de conciencia.

Es decir, que si la causa de la libertad de Cuba necesitaba apoyo, respaldo y solidaridad, en estos momentos tiene todo el que necesita para que cualquier dictadura, en cualquier lugar del mundo, se venga al suelo estrepitosamente. Con mucho menos que eso se acabó la República Soviética con todo su poderío y las dictaduras de Cesseusco, Honecker, Franco, Strossner, Pinochet, Somoza, Pérez Jiménez, Batista, Trujillo y Duvalier. ¿Por qué no Fidel Castro y su hermano Raúl Castro? La más sanguinaria y brutal tiranía que recuerda la historia en los últimos 51 años.

Lamentablemente dos cosas vitales en momentos como estos hacen falta para que concurran las condiciones históricas, y para que ese régimen en Cuba caiga por su propio peso. La primera de ellas, que continúe el abuso generalizado de las autoridades en Cuba contra la disidencia interna y la oposición al régimen, para que no cese el respaldo internacional y la opinión pública mundial presione duramente al régimen cubano. Para eso tiene que continuar la protesta de la sociedad civil en la isla. La segunda, la toma de conciencia del pueblo, no sólo para reclamar sus derechos, si no conquistarlos en las calles, en los pueblos, en las ciudades, como los chinos en Tianamen, los húngaros en Budapest, los checos frente a los tanques rusos y los polacos con el movimiento Solidaridad de Lech Walesa.

Dentro de Cuba la oposición tiene que resistir, como si la isla fuera un bastión sitiado, y fuera de Cuba, donde quiera que vivan los desterrados, las decenas de miles de exiliados tienen que movilizar las masas, los dirigentes políticos, las figuras que toman decisiones y las fuerzas democráticas del mundo, en respaldo y apoyo a los que luchan dentro de Cuba.

El régimen del octogenario Fidel Castro, enfermo y de su hermano Raúl Castro, en crisis, no tiene amigos, ni aliados, ni nadie que lo defienda, sólo cuenta con algunos cómplices con problemas similares. Sin argumentos, sin un discurso creíble, con un fracaso descomunal a cuesta, con 51 años gobernando de forma omnímoda y de espaldas al pueblo, utilizando la vía de la represión brutal, tiene que ceder, replegarse, entregar el poder o pactar con la disidencia interna y la oposición externa.

Por eso la presión internacional, la movilización de las fuerzas democráticas en el mundo y el amplio apoyo de los líderes y países de Estados Unidos, América y Europa, tendrán que convencerlos, que ha llegado el momento de abandonar el poder, ¡Ahora!.

Algunos, los más escépticos dirán: ¿Y los tanques, saldrán los tanques a la
calle? Claro que los tanques es el último recurso que le queda a Raúl Castro y sus compinches para contener el avance del pueblo. ¿Pero serán capaces de aplastar al pueblo los encargados de lanzar la embestida final contra miles de cubanos en las calles? ¿Tendrán las agallas de disparar cubanos contra cubanos para defender una revolución fracasada, que sólo le ha traído a Cuba 51 años de miseria, dolor y muerte? ¿Recuerdan a las mujeres rusas enfrentándose con gladiolos a los tanques en Moscú, en apoyo de Boris Yeltsin, antes del derrumbe del imperio soviético? ¿Se acuerdan del ejército de Batista entregando las armas a lo largo de toda Cuba el primero de enero de 1959? ¿Recuerdan la caída del Muro de Berlín, que sirvió de tumba a tantos alemanes que querían ser libres? Bueno, pues esa sería la respuesta si se produce el levantamiento popular ahora, mientras el mundo observa hacía donde se dirigen los cubanos en pos de su libertad.

En días pasados escuché a Hubert Matos dirigirse por la televisión a las fuerzas militares, en las que se apoya el régimen de Fidel y Raúl Castro para reprimir a los cubanos, invitándolos a levantarse en contra de la tiranía y recordé que eso mismo viene haciendo el comandante de la revolución, muy loable por cierto, desde hace treinta años y nada ha sucedido con los militares del Ejército Rebelde. Igualmente lo han hecho Rafael del Pino, Manuel Quevedo, Nino Díaz y todos los desertores de las filas de la tiranía y nada ha pasado.

Y es que todavía a estas alturas, 51 años después, algunos de estos mismos militares del ejército castrista, son los que golpean a las Damas de Blanco, reprimen a la disidencia, patean a los Blogueros, torturan a los presos políticos y asesinan a Orlando Zapata Tamayo. Y si las fuerza militares en Cuba no se han levantado jamás, ¿cómo podemos creer que se alzarán un día para derrocar la dictadura de Fidel y Raúl Castro? De lo que sí estamos seguros, que no dispararán un tiro para defenderla de lo que inexorablemente saben que sucederá: su caída final.

El pueblo cubano está desarmado. Lo sabemos. Pero está perdiendo el miedo y ya eso es bastante. Si antes los disidentes eran unos pocos, por
temor al paredón de fusilamientos, a la Seguridad del Estado, al Combinado del Este, a Villa Marista, a Manto Negro y a Kilo 8, ahora son más, porque Orlando Zapata Tamayo, Guillermo Fariñas, el doctor Darsi Ferrer, Oscar Elías Biscet, Jorge Luis García Pérez, Antúnez, Yoani Sánchez, los Blogueros, los presos de conciencia, las Damas de Blanco, las movilizaciones dentro y fuera de Cuba, la tecnología digital y la solidaridad de los demócratas en el mundo, le están abriendo el camino al pueblo de Cuba que quiere vivir en libertad.

Y es que los tiranos no han aprendido la lección de la historia y no quieren reconocer, que quizás puedan gobernar por la fuerza parte del tiempo, pero no podrán jamás oprimir al pueblo todo el tiempo, porque llega el momento en que los oprimidos se rebelan y toman venganza despiadadamente.

Yo diría que el momento es: ¡Ahora o Nunca¡ porque en Cuba y en el exilio se respiran aires de libertad y el mundo civilizado por primera vez está de parte de la justicia, contra ese régimen despótico y en favor del pueblo cubano.


Luis González-Lalondry es periodista, escritor y combatiente de Bahía de Cochinos. Por favor, ayúdenos a difundir este artículo.

¿Será el principio del fin?


¿Será el principio del fin de la dictadura cubana? Quien sabe, hemos estado en esta posicion tantas que veces que no quiero predecir el futuro. Lo que si es innegable es que en la historia de Cuba va estar marcada por la muerte de Osvaldo Zapata. Su inmolación ha sido para muchos un punto de inflexión, de definición de criterios y posturas en referencia a la dictadura castrista. La condena al asesinato de Zapata ha tenido protagonistas con posiciones ideológicas totalmente opuestas y sobre todo ha servido como factor aglutinante de un exilio históricamente fragmentado.

El hecho de que intelectuales, políticos y artistas de izquierda, que históricamente han profesado afinidad al régimen, hicieran declaraciones de condena a la dictadura es muestra que ya hasta para la izquierda les resulta imposible justificar los desmanes de la tiranía cubana. La respuesta desde la habana fue el intento de reducir a Zapata a un delincuente común que demandaba un teléfono celular y un televisor para su celda, dejando en evidencia la deshumanización de un gobierno que no valora la vida todo aquel que no sea adepto a su ideología.

La muerte de Zapata ha provocado el re-sugirmiento de la disidencia y la resistencia interna. Las marchas de las Damas de Blanco con la madre de Zapata a la cabeza son una prueba de las ansias de libertad que existe en el pueblo cubano. No valieron la represión o los actos de intimidación que las turbas castristas, marcharon por la Habana con la cabeza en alto pidiendo el fin de la tiranía y la libertad de los presos políticos. La huelga de hambre de Guillermo Fariña es otra prueba de la valentía y del resurgimiento de la oposición. El exilio por su parte se ha movilizado como hacia tiempo no se veía, con la convocatoria de Gloria Estefan se marcho en Miami, Los Ángeles y New York condenando la muerte de Zapata, apoyando a las Damas de Blanco y demandando la libertad de los presos políticos. Desde Habana, Miami, New York y Madrid se oye el clamor al cambio inevitable y muchas veces los protagonistas de estos deseos han sido figuras inimaginables. Ejemplo de esto han sido las declaraciones de Pablo Milanes y sobre todo las de Silvio Rodríguez, las cuales si bien se quedan cortas en la condena al régimen y que han sido seguidas con declaraciones de contrición y actos de lealtad a régimen, eran impensables un tiempo atrás y dan un vestigio del fraccionamiento que existe en la cúpula cubana.

Y es que la muerte de Zapata ha abierto el espacio para la condena del régimen y a su vez para el dialogo y la acción. Vivo ejemplo de esto es el intercambio de ideas que Carlos Alberto Monataner y Silvio Rodríguez están manteniendo, donde mas allá de ese debate de ideas lo que prevalece es el argumento de la necesidad de libertad para los mas de 10 millones de Cubanos que viven en la Isla y que hoy por hoy nadie puede negar.

Soy optimista creo que el cambio esta cerca, Ojala y sea vez como dice el periodista cubano Luís González-Lalondry

¡Ahora o Nunca!

viernes, 9 de abril de 2010

Parodia

Parodia de los cantantes Silvio Rodríguez y Pablo Milanés después de sus pronunciamientos críticos sobre la Revolución y s from Teshud on Vimeo.



Parodia hecha a Silvio y Pablo...Que ironia tan grande que la misma sea en el programa de Carlos Otero.