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domingo, 10 de agosto de 2008
Olimpiadas
Ya que estamos en pleno fragor olímpico, quiero poner mi granito de arena al respecto. La ceremonia de apertura de las Olimpiadas en Beijing fue un espectáculo increíble por medio del cual el Partido Comunista Chino intenta presentar la imagen moderna de China. Detrás de esa fachada de modernidad se esconde el mismo régimen represivo y despiadado de siempre.
Una de las sugerencias, peticiones o condiciones que se le pusieron al régimen Chino al momento que se le otorgara la sede de las Olimpiadas fue una mayor apretura de la sociedad y un mayor respeto a los derechos humanos de sus ciudadanos. Como era de esperar los derechos civiles de sus ciudadanos son secundarios cuando se tiene la plataforma perfecta para poder fomentar el nacionalismo y confirmar al mundo su estatus de superpoder.
Para muchos en China la Olimpiadas han representado la perdida de sus casas, la cuales han sido demolidas para dar paso a las impresionantes instalaciones deportivas que ahora exhibe Beijing. Otros han perdido sus cosechas debido a las masivas desviaciones de agua que se han hecho para poder satisfacer la gran demanda de generada por la competencia. Recuerden que como buen sistema comunista la compensación brindada por el gobierno en estos casos es nula o insuficiente. En el plano internacional China con vistas a satisfacer sus crecientes demandas energéticas da apoyo moral y político regimenes que practican el genocidio tal y como lo es el gobierno de Sudan.
Creo que otorgarle las Olimpiadas a Gobierno Comunista de China es solo un premiar la represión y la violación de los derechos humanos. No creo que un Gobierno que controla y regula el acceso de sus ciudadanos a la Internet (Con la complicidad de muchas compañías Norteamericanas) y donde el pueblo vive a merced de los designios de su Gobierno sin ningún derecho, merezca un escenario para mostrar su superioridad.
Hasta cierto punto, estas Olimpiadas se me asemejan las que se hicieron en Moscú en 1980 y las de Berlín en 1936.
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