Las medidas tomadas por distintos Gobiernos alrededor del mundo con vistas a estabilizar las bolsas globales son las correctas. No ha sido nada fácil para éstos gobiernos lograr consenso en una solución coordinada a la crisis y de echo la lenta reacción de los mismos y las desacertadas medidas tomadas por algunos han contribuido a la agudización de la misma.
La aceptación general de la formula Británica de rescate como uno de los métodos más efectivos de contrarrestar la crisis financiera, supone la nacionalización de instituciones bancarias mediante la compra de acciones en las mismas. Cabe señalar que a largo plazo la compra de acciones en instituciones financieras pueden producir ganancias para los contribuyentes. Esta inversión por parte del gobierno le da un respaldo serio a estas instituciones y por ende debiera ayudar la estabilización de los mercados y la descongelación del mercado de crédito. Importante son las declaraciones del Gobierno Británico, de que no pretende correr los bancos en los que inviertan dinero.
Desde el inicio de esta crisis financiera todas los instituciones regulatorias han estado tratando de encontrar soluciones rápidas, las cuales no han podido detener la caída vertiginosa de los mercados y por tanto la perdida de miles de millones de dólares. Muchas de las posiciones tomadas han sido en extremo controvertidas, el mejor ejemplo de esto ha sido la decisión de permitir la quiebra de Lehman Brothers por parte del Departamento del Tesoro Estadounidense. Evento que sirvió de agravante a la crisis que tiene paralizado por completo los mercados de créditos y ha regado el pánico entre inversionistas.
Si el gobierno hubiera invertido en Lehman en la misma manera que esta considerando invertir en otras instituciones financieras, los mercados globales no hubieran sufrido las perdidas que hemos visto y sufrido en las ultimas semanas. Muchos pequeños y medianos negocios todavía estarían a flote y por lo tanto miles de personas todavía tendrían trabajo. Se puede ir mucho mas atrás en el tiempo y decir que desde principios del año muchos especialistas llamaron por una intervención más decidida del gobierno en la crisis financiera con la compra a los bancos de activos respaldados con malas hipotecas, este es el eje central del Plan de 700 miles de millones para el rescate de la economía.
Ante todo esto solo queda preguntarse una cosa:
¿por que se demoraron tanto en tomar estas medidas?
La repuesta es simple, Ideología.
La misma ideología y adhesión a un puritanismo capitalista que rechaza cualquier intervención del gobierno. Basada en la creencia de que el mercado siempre es capaz de corregirse por si mismo y que la regulación del mercado no es necesaria. Esa misma ideología es la que llevó a muchos republicanos a votar en contra del Plan de Rescate en el congreso Norteamericano hace unas semanas. Y es la misma ideología que no permite una directa ayuda directa a todos aquellos que ahora mismo esta a punto de perder sus casas, raíz fundamental de la crisis. Razón por la cual ya muchos claman que la reacción de la administración Bush a la crisis es similar a la de Katrina.
El resultado de esta crisis financiera todavía esta por definir, lo que si comienza a deslumbrase es un cambio total en Wall Street. Este cambio no solo será definido por las compañías que sobrevivirán la crisis, sino también por un nuevas y amplias regulaciones que se impondrán. Las mismas serán amplias y abarcaran desde la limitación el nivel de riesgo al que instituciones financieras deberán exponerse hasta la compensación de sus ejecutivos.
Con estas medidas para muchos el socialismo estaría entrando en Wall Street.
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