Con la agudización de la crisis financiera en el otoño pasado, muchos vieron el principio del fin del capitalismo. Se alzaron voces a ambos lados del atlántico prediciendo el fin de un modelo económico al cual califican de inhumano y despiadado.
La gran paradoja a todo esto han sido las victorias electorales de la derecha en Europa y por consiguiente la crisis profunda que atraviesan los gobiernos socialistas en España y el Reino Unido, así como la desarticulación de la oposición socialista en Italia y Francia. Tal y como señalara hace poco Manuel Valls Dirigente del Partido Socialista francés, después de la desaparición del bloque socialista, el movimiento socialista europeo perdió su viabilidad como alternativa social y resulta ilógico pensar en otro modelo social que no sea el capitalismo.
Lo que se olvido al Sr. Valls es que en estos momentos en Venezuela se esta construyendo el “Socialismo del Siglo XXI”. Modelo social que hasta ahora ha sido inspirado por la Revolución Cubana y que se encamina a ser un Estalinismo tropical. Desde su llegada al poder y sobre todo desde su reelección, Hugo Chávez ha logrado exitosamente de eliminar la sociedad civil en su país y ahogar de esa manera la oposición política.
En estos momentos el gobierno de venezolano con la colaboración del partido comunista trata de quebrar el movimiento sindical venezolano, eliminando su independencia y convirtiéndoles en una rama más del gobierno. En Marzo del 2006 ya Chávez había comentado su descontento con la autonomía del sector sindical expresando “Los sindicatos actúan como otro partido”, tienen su dirección, toman sus decisiones, no hay dirección para ellos, no hay líneas estratégicas. Eso no puede ser así. ¡Eso se llama bochinche! ¡Y nosotros no vinimos aquí a hacer bochinche, vinimos a hacer una revolución! Vamos nosotros a buscar directamente en las fábricas a los trabajadores, a hablarles de unidad, de que conformemos un poderoso frente obrero”. La posicion del gobierno venezolano ha generado antagonismo dentro del sector y más de 60 lideres sindicales han sido encauzados en los dos últimos años victimas de la cacería del gobierno quien los acusan de ser una mafia sindical.
En su ultimo intento de cimentar su poder y lograr un total control sobre el país, el Comandante Chávez ha ordenado a la corte suprema venezolana emitir una ley en contra de los “Delitos Mediáticos” y demostrando una vez más el total sometimiento del poder judicial al gobierno, la misma fue revelada hoy viernes. No importa como se disfrace o trate de justificarse, esta ley marca el fin de la ya maltrecha democracia venezolana, se establece la censura oficial y se castigara con penas de hasta 4 años de cárcel a todo aquel que se manifieste en contra del régimen. Las expresiones políticas, artísticas e intelectuales tendrán que ser en línea con el régimen, de seguro se tomara la consigna que se usara en Cuba para reprimir artistas e intelectuales “Con la revolución todo, contra la revolución nada”.
El régimen chavista cada vez más ocupa todos los espacios y elimina cualquier manifestación de la sociedad civil más allá de las parámetros establecidos por el gobierno. Sin dudas estamos presenciando la consolidación de otra dictadura de izquierda, donde las libertades individuales desaparecen y donde el precio de disentir es cada vez más alto..
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