Secuestrados

Una de las condiciones humanas más tristes, es la de ser un prisionero de conciencia. No solo por el hecho que te priven de tu libertad por solo pensar de una manera diferente a la de tus celadores, sino también por el hecho de que muchas veces te convierten en un peón de ajedrez político. Tu valor como ser humano se reduce a las posibles ganancias políticas de tus captores o las de aquellos que usan tu nombre para avanzar intereses individuales. Al final del camino solo las familias tienen un interese sincero en el bienestar del prisionero.

Como ejemplo vivo de esto se tiene a Ingrid Betancur, quien se pudre hace más de 6 años en las selvas Colombianas sin que nadie, más allá de su familia, se interese por resolver de una vez su triste situación. A raíz del ajusticiamiento del Comande de las Narcoguerrillero Raúl Reyes en territorio ecuatoriano, hemos visto como otra vez es violada la integridad de Ingrid. Como su nombre es usado por Correa y Chávez como arma de ataque a Uribe. De la misma manera es asombroso ver como el gobierno Francés le hace juego a estos demagogos en sus criticas a Colombia pretendiendo dar la imagen de que hacen algo por el bienestar de Ingrid Betancourt.

El drama de Ingrid no es único en Colombia, más de 700 seres humanos son retenidos en condiciones infrahumanas por las F.A.R.C. Ojala que todos estos señores “defensores de los derechos humanos y luchadores por la paz”, hagan algo para obtener la libertad no solo de Ingrid Betancourt pero también de todos los secuestrados.

Es fácil criticar al gobierno de Uribe por su intransigencia en no crear en una zona de desmilitarización para las F.A.R.C y olvidarse que no es el quien secuestro o mantiene cautivos a casi 1000 seres humanos.